Sentar las bases para la creación de una vivencia común entre nuestros dos países, sin complejos, sin apellidos y por sobre todo, muy comprometida y responsable. Potenciar las tradiciones, costumbres y cultura de nuestros dos países, será nuestro afán diario. Trabajaremos por fomentar una convivencia sana y armoniosa entre dos pueblos y dos países, y si se quiere, proyectar alguna iniciativa que pueda ser considerada tanto en Chile como en Israel, como un aporte para la Paz en esta zona de mundo.
Una tarea no exenta de dificultades ni fácil, pero no imposible, y que debe ser abordada con la responsabilidad que ella merece.
Manos a la obra entonces y a trabajar en el Proyecto.